En la actualidad, los medicamentos se adquieren en botes de plástico. Sin embargo, esto no era así hasta prácticamente el siglo XX. Los botes de farmacia antiguos eran obras maestras de cerámica o cristal con dibujos que los convierten, hoy en día, en perfectos productos decorativos. Así surgieron y así los puedes comprar online.
Los botes de farmacia están presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad, ya que desde siempre han sido los recipientes indicados para la conservación de medicamentos. En el Antiguo Egipto, Grecia y el Imperio Romano ya se identificaron objetos específicos para este cometido. Por ejemplo, un vaso de alabastro griego para medicamentos y un bote metálico de medicamentos romano que está en el Museo Etnológico de Barcelona, tal y como señala José Luis Gómez Caamaño en el libro ‘Páginas de historia de la farmacia‘, manual de referencia histórico en el sector farmacéutico.
En las civilizaciones ya mencionadas y hasta el siglo XIII, el médico era el encargado de administrar los medicamentos al paciente y, en muchos casos, de confeccionarlos. De hecho, hubo que esperar hasta al menos mediados del siglo XIV para que apareciese la figura del farmacéutico amparada en la creación de los Colegios de Boticarios en los reinos cristianos.
El paso definitivo para el afianzamiento del oficio de farmacéutico lo dio el Emperador Federico II en el año 1241. Este promulgó la Ordinanza Medicinale para el Reino de las Dos Sicilias o Nápoles, separando de forma legal las profesiones de farmacéutico y médico. Este reglamento se extendió por el mundo.
En España, la proliferación de colegios y asociaciones de boticarios, así como la aparición de hospitales, provocó un boom de los diferentes tipos de botes de botica. Los repasamos a continuación.
Los diferentes tipos de botes de farmacia antiguos
Albarelos: botes cilíndricos con cuello corto y con un estrechamiento en el centro que facilita la sujeción con la mano. Tanto su parte superior como inferior suelen ser cóncavas. En su interior se guardaban «sustancias sólidas o viscosas, como bálsamos y ungüentos«, tal y como señala Gómez Caamaño. Su altura oscila entre los 18 y los 30 centímetros. Tal y como indican desde la Farmacia Luis Marcos, el origen del albarelo es persa y su diseño «parece estar inspirado en la caña de bambú», un material habitual en el transporte de medicamentos y drogas.
Dos albarelos del siglo XVII y del XVIII, respectivamente. / Fuente: Bullenwächter (Wikimedia Commons).
Pildoreros: botes similares a los albarelos que se diferencian principalmente por su tamaño menor: entre 10 y 18 centímetros de altura. Como su propio nombre indica, su cometido principal era el de guardar píldoras. Este utensilio de farmacia no debe confundirse que con otro tipo de pildorero, en concreto, el aparato para la elaboración manual de píldoras formado por una tabla gruesa y una plancha de hierro acanalada. Existe un ejemplar en el Museo de Historia de la Farmacia de Sevilla.
Botellas: de base ancha y cuello muy estrecho, eran utilizadas principalmente para guardar líquidos como el agua.
Cántaros: las aguas destiladas encontraron en los cántaros el recipiente ideal. Eran anchos de cuerpo, con una boca central ancha y con dos asas, una a cada lado de la boca, para poder ser empleados sin problemas.
Jarrones de farmacia: parecidos a los cántaros pero con una forma más elegante. Sus asas van desde la base del cuerpo al cuello y algunos pueden tener tapa. En ellos se conservaba medicamentos de todo tipo.
Orza de cerámica: recipientes anchos de cuerpo, anchos de boca y con un cuello muy corto. Se comenzaron a usar a partir del siglo XV y servían para guardar féculas, mieles, semillas y remedios específicos. Por ejemplo, el Museo de Farmacia Hispana de la Universidad Complutense de Madrid tiene en sus vitrinas una orza de farmacia italiana del siglo XVII. En ella se conservaba el Orvietano, un remedio casero secreto contra la peste y otras enfermedades complicadas de la época.
Jarra: vasijas de cuerpo ancho, cuello muy alto y estrecho con una boca del mismo diámetro que el cuello. Tienen dos asas y solían contener líquidos.
Disponemos de varios botes antiguos para medicamentos, ya sean sólidos o líquidos. Por ejemplo, un surtido de cinco botes de farmacia con etiquetas de varios productos.
Es sostenible, resistente, ayuda a calmar el estrés y la ansiedad… Los beneficios de estudiar un curso de cerámica y trabajar con ella son incontables.
Botes de farmacia antiguos, el producto ‘vintage’ de moda
En la actualidad, los medicamentos se adquieren en botes de plástico. Sin embargo, esto no era así hasta prácticamente el siglo XX. Los botes de farmacia antiguos eran obras maestras de cerámica o cristal con dibujos que los convierten, hoy en día, en perfectos productos decorativos. Así surgieron y así los puedes comprar online.
La historia de la cerámica de botica
Los botes de farmacia están presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad, ya que desde siempre han sido los recipientes indicados para la conservación de medicamentos. En el Antiguo Egipto, Grecia y el Imperio Romano ya se identificaron objetos específicos para este cometido. Por ejemplo, un vaso de alabastro griego para medicamentos y un bote metálico de medicamentos romano que está en el Museo Etnológico de Barcelona, tal y como señala José Luis Gómez Caamaño en el libro ‘Páginas de historia de la farmacia‘, manual de referencia histórico en el sector farmacéutico.
En las civilizaciones ya mencionadas y hasta el siglo XIII, el médico era el encargado de administrar los medicamentos al paciente y, en muchos casos, de confeccionarlos. De hecho, hubo que esperar hasta al menos mediados del siglo XIV para que apareciese la figura del farmacéutico amparada en la creación de los Colegios de Boticarios en los reinos cristianos.
El paso definitivo para el afianzamiento del oficio de farmacéutico lo dio el Emperador Federico II en el año 1241. Este promulgó la Ordinanza Medicinale para el Reino de las Dos Sicilias o Nápoles, separando de forma legal las profesiones de farmacéutico y médico. Este reglamento se extendió por el mundo.
En España, la proliferación de colegios y asociaciones de boticarios, así como la aparición de hospitales, provocó un boom de los diferentes tipos de botes de botica. Los repasamos a continuación.
Los diferentes tipos de botes de farmacia antiguos
Botes antiguos de farmacia de Mamanoalla
Albarelos, orzas, botes genéricos para medicamentos… Descubre una variedad de ejemplares farmacéuticos en perfecto estado.
Orza de farmacia de Cerámica de Talavera
Espectacular orza en color blanco con motivos azules. Su peso es de 5 kilogramos.
Botes de farmacia para medicamentos
Disponemos de varios botes antiguos para medicamentos, ya sean sólidos o líquidos. Por ejemplo, un surtido de cinco botes de farmacia con etiquetas de varios productos.
También vendemos botes de farmacia pequeños en color ámbar y otros transparentes.
Albarelo de Cerámica de Talavera
Albarelo de máxima calidad con un impresionante escudo azul en la parte frontal.
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