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La increíble historia de las figuras de porcelana de Royal Dux
Si bien en la historia de la porcelana, China ocupa uno, dos y hasta tres y cuatro tomos, el camino que ha recorrido Royal Dux Porcelain también merece algunos capítulos aparte. Hablamos, pues, de una de las marcas más conocidas de este material y que todavía hoy atrae la atención de los coleccionistas y amantes de las antigüedades.
Y su vida no es precisamente corta. Ni tampoco ha sido fácil. Fue fundada en la década de 1850 por Eduard Eichler en la pequeña ciudad de Duchov (para situarnos con mayor claridad en el mapa, digamos que está a unas dos horas al noroeste de Praga), la capital de la recién formada República Checa. Recreando diseños históricos de Inglaterra, Dinamarca y Francia en el siglo XIX, la firma se especializó en estatuas y bustos neoclásicos de alta calidad de estilo Art Noveau, grandes figuras de porcelana y jarrones ornamentados con figuras tridimensionales.
Casi un siglo más tarde, llegando a la década de 1940, la empresa ya había producido más de 12.000 moldes diferentes. Exportaba figurillas de porcelana y loza de maestros diseñadores como Alois Hampel y Jaroslav Jezek a todo el mundo. Eso sí, su recorrido no es tan sencillo, durante su vida, la compañía ha sobrevivido a la ocupación nazi y a la turbulenta historia de su nación.
Contexto histórico
Por poner algo de contexto de forma breve: desde 1918 hasta 1992 incluido, el país fue conocido como Checoslovaquia, situado detrás del telón de acero o cortina de hierro, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, hasta 1990. A medida que se derrumbó el Muro de Berlín, también lo hizo el Gobierno comunista de Checoslovaquia.
Entonces, en noviembre de 1989 comenzó ‘La Revolución de Terciopelo’ en las calles de Praga (fue un movimiento pacífico, de ahí su nombre, por la falta de derramamiento de sangre y violencia). Fue iniciada por estudiantes, pero apoyada por todo el país. Aunque en enero de 1990, una Checoslovaquia libre eligió un nuevo presidente, dos años más tarde, las facciones checa y eslovaca terminaron dividiéndose y formando dos países separados: la República Checa y la República Eslovaca.
Así, desde la ocupación nazi, justo antes de la Segunda Guerra Mundial, hasta cuatro décadas después, la fábrica Royal Dux nunca dejó de producir sus piezas, figuras y estatuillas de porcelana por la que es tan famosa.
Cuando dejó de formar parte de un gran monopolio propiedad del Gobierno, Royal Dux Porcelain se privatizó por completo, con la idea de dar grandes pasos para volver a su impresionante pasado.
La caída del telón de acero hizo posible que todos los amantes del arte de la porcelana fina, en general, y del trabajo de Royal Dux, en particular, pudieran volver a tener acceso a su amplísima gama de artículos.
No hay que olvidar, eso sí, que la caída del Gobierno comunista en 1990 trajo consigo muchos cambios nuevos y dolorosos que, en ocasiones, pusieron en serio peligro la supervivencia de la empresa. Los cambios en la administración y el caos siguieron a la revolución. Durante un tiempo, nadie estaba seguro de lo que iba a pasar.
La fábrica Royal Dux no se libró de los tiempos convulsos que vivió su nación, del fraude y del engaño. Entonces, enormes cantidades de inventario desaparecieron de forma misteriosa. Se perdió una ingente cantidad de activos de la compañía.
Hace ya una década que Royal Dux está utilizando algunos moldes que datan de la Segunda Guerra Mundial para sacarlos de los archivos y renovarlos para su producción. Empezó también a utilizar nuevos decorados y técnicas de vidriado, así como la fabricación de piezas de “edición limitada”.
El valor de Royal Dux
Y esta historia, y ese afán por mantenerse en pie durante los años más convulsos y difíciles del siglo pasado, es también lo que hace especial y particular a las porcelanas de Royal Dux. Si bien es cierto que hoy en día se pueden encontrar figuras y jarrones a partir de la posguerra desde los 50 hasta los 100 euros, estos también terminarán aumentando considerablemente su valor con el paso de los años. De hecho, se han llegado a vender porcelanas de Royal Dux por miles y miles de euros.
Las figuras de porcelana de Royal Dux en Mamanoalla
Una de las características que hace inconfundible a las porcelanas Royal Dux es que todas tienen, más o menos, el mismo estilo. Y esto es, precisamente, lo que las hace inconfundibles. Además de hermosas figuras femeninas, también fabricaron y reprodujeron otro tipo de objetos, entre los que destacan los animales. De hecho, estas últimas son las que se pueden encontrar en el catálogo de Mamanoalla: desde un gato, un mono, un cormorán (un tipo de ave) y un zorro sentado. Todas están diseñadas por Jaroslav Jezek.
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