A la hora de decorar tu casa, puede que lo último que buscases en una tienda de muebles sería una vitrina médica. Sin embargo, puede ser una alternativa realmente bonita y práctica a otros elementos de almacenaje, como estanterías o baldas. De hecho, se trata de una opción que estéticamente puede cambiar por completo la percepción de una estancia gracias a su carácter vintage, único y exclusivo.
En este sentido, la vitrina médica ofrece un espacio inigualable para guardar todo tipo de objetos, pero también para mostrar las piezas más preciadas de cualquier colección. ¡Imagina que hemos creado un objeto de cerámica y queremos conservarlo en el mejor estado, pero que también esté a la vista! Todo esto es debido principalmente a su particular historia.
Historia de la vitrina médica: una extensión del mostrador
Es imposible determinar en qué momento de la historia se creó la vitrina médica, pero lo que sí sabemos es que han existido durante siglos, aunque normalmente a base de estructuras de madera que se asemejaban mucho a cualquier otra estantería. Su objetivo era, por supuesto, guardar las pócimas y ungüentos de los boticarios, y al mismo tiempo mostrarlos al público. Sin embargo, no se puede hablar propiamente de la vitrina médica sin considerar el cristal o vidrio de las puertas, la principal particularidad de este tipo de muebles y la cual permite al comprador observar el género sin que éste se deteriore en exceso por la exposición al aire libre o la acumulación de polvo.
En este sentido, los primeros vestigios de vasijas de vidrio datan del siglo XVI a.C., en el Antiguo Egipto. A partir del siglo IV a.C, el uso del vidrio se extendió a todo el mundo conocido y en esa época empezó a utilizarse en la fabricación de ventanas por parte de los romanos. Paralelamente, los boticarios -y otros comercios de la época- ya habían introducido un elemento revolucionario en sus tiendas: el mostrador, una mesa normalmente de madera en la que el cliente puede ver, tocar o probar el género antes de comprarlo. Sin embargo, conforme la medicina y la farmacología fueron evolucionando, el espacio para guardar cada vez más productos empezó a escasear.
Al principio, se añadieron estanterías y muebles auxiliares para almacenarlos. Pero en algún momento de la historia se decidió incorporar cristales transparentes a las puertas para que los clientes pudieran ver los productos. Así nació la vitrina médica, que se empezó a utilizar tanto en boticas como en despachos médicos. Y ya en el siglo XX se atribuye al arquitecto francés René Herbst la creación de las vitrinas médicas de metal, en línea con las tendencias artísticas y decorativas de la época. Más robustas y menos inflamables (una consideración importante en espacios con productos que pueden causar un incendio en caso de prender), se impusieron como modelo en todo el mundo.
Un mueble con un valor estético añadido
En los últimos años, la tendencia minimalista ha provocado que la vitrina médica haya caído en desuso, incluso en farmacias o despachos médicos. Sin embargo, sus cualidades siguen siendo tremendamente útiles para cualquier espacio. De hecho, son perfectas para el hogar, pues cumplen exactamente la misma función que cualquier otra vitrina, con la ventaja de que estéticamente aportan un valor añadido: no solo suelen estar compuestas de materiales nobles más resistentes (madera o hierro), sino que su diseño siempre va a ser único. Si a esto le sumamos su carácter vintage, tenemos ante nosotros un mueble exclusivo que nos permitirá personalizar por completo cualquier estancia.
Vitrina médica: de metal lacado o de madera
En la actualidad, existen diversos tipos de vitrina médica en el mundo. Sin embargo, existen escasas unidades y resulta complicado encontrarlas en buen estado o aptas para reformarlas. Al margen de que en Mamanoalla pongamos a tu disposición cursos de restauración de muebles, también tenemos una modesta colección de vitrinas médicas, tanto de metal lacado como de madera, para que conviertas tu hogar en un espacio exclusivo y totalmente personalizado a tu gusto.
Vitrina médica lacada en negro
Una pieza única completamente restaurada, que incluye una vitrina con baldas de cristal montada sobre un cajón metálico y patas de cabriolé, un tipo de pata que se caracteriza por sus formas sinuosas y suaves.
Una vitrina de farmacia de color granate sobre cajón con cerradura de los a años 80. A pesar de haber caído en desuso en este tipo de establecimientos, supone un producto de boticario único capaz de transformar por completo cualquier habitación de tu hogar.
Aunque no se trata estrictamente de una vitrina médica, esta vitrina de castaño cumple las mismas funciones y es perfectamente compatible con la decoración de cualquier estancia, gracias a sus tonalidades ocres y elegantes.
La vitrina médica, un mueble vintage elegante para cualquier parte de tu casa
A la hora de decorar tu casa, puede que lo último que buscases en una tienda de muebles sería una vitrina médica. Sin embargo, puede ser una alternativa realmente bonita y práctica a otros elementos de almacenaje, como estanterías o baldas. De hecho, se trata de una opción que estéticamente puede cambiar por completo la percepción de una estancia gracias a su carácter vintage, único y exclusivo.
En este sentido, la vitrina médica ofrece un espacio inigualable para guardar todo tipo de objetos, pero también para mostrar las piezas más preciadas de cualquier colección. ¡Imagina que hemos creado un objeto de cerámica y queremos conservarlo en el mejor estado, pero que también esté a la vista! Todo esto es debido principalmente a su particular historia.
Historia de la vitrina médica: una extensión del mostrador
Es imposible determinar en qué momento de la historia se creó la vitrina médica, pero lo que sí sabemos es que han existido durante siglos, aunque normalmente a base de estructuras de madera que se asemejaban mucho a cualquier otra estantería. Su objetivo era, por supuesto, guardar las pócimas y ungüentos de los boticarios, y al mismo tiempo mostrarlos al público. Sin embargo, no se puede hablar propiamente de la vitrina médica sin considerar el cristal o vidrio de las puertas, la principal particularidad de este tipo de muebles y la cual permite al comprador observar el género sin que éste se deteriore en exceso por la exposición al aire libre o la acumulación de polvo.
En este sentido, los primeros vestigios de vasijas de vidrio datan del siglo XVI a.C., en el Antiguo Egipto. A partir del siglo IV a.C, el uso del vidrio se extendió a todo el mundo conocido y en esa época empezó a utilizarse en la fabricación de ventanas por parte de los romanos. Paralelamente, los boticarios -y otros comercios de la época- ya habían introducido un elemento revolucionario en sus tiendas: el mostrador, una mesa normalmente de madera en la que el cliente puede ver, tocar o probar el género antes de comprarlo. Sin embargo, conforme la medicina y la farmacología fueron evolucionando, el espacio para guardar cada vez más productos empezó a escasear.
Al principio, se añadieron estanterías y muebles auxiliares para almacenarlos. Pero en algún momento de la historia se decidió incorporar cristales transparentes a las puertas para que los clientes pudieran ver los productos. Así nació la vitrina médica, que se empezó a utilizar tanto en boticas como en despachos médicos. Y ya en el siglo XX se atribuye al arquitecto francés René Herbst la creación de las vitrinas médicas de metal, en línea con las tendencias artísticas y decorativas de la época. Más robustas y menos inflamables (una consideración importante en espacios con productos que pueden causar un incendio en caso de prender), se impusieron como modelo en todo el mundo.
Un mueble con un valor estético añadido
En los últimos años, la tendencia minimalista ha provocado que la vitrina médica haya caído en desuso, incluso en farmacias o despachos médicos. Sin embargo, sus cualidades siguen siendo tremendamente útiles para cualquier espacio. De hecho, son perfectas para el hogar, pues cumplen exactamente la misma función que cualquier otra vitrina, con la ventaja de que estéticamente aportan un valor añadido: no solo suelen estar compuestas de materiales nobles más resistentes (madera o hierro), sino que su diseño siempre va a ser único. Si a esto le sumamos su carácter vintage, tenemos ante nosotros un mueble exclusivo que nos permitirá personalizar por completo cualquier estancia.
Vitrina médica: de metal lacado o de madera
En la actualidad, existen diversos tipos de vitrina médica en el mundo. Sin embargo, existen escasas unidades y resulta complicado encontrarlas en buen estado o aptas para reformarlas. Al margen de que en Mamanoalla pongamos a tu disposición cursos de restauración de muebles, también tenemos una modesta colección de vitrinas médicas, tanto de metal lacado como de madera, para que conviertas tu hogar en un espacio exclusivo y totalmente personalizado a tu gusto.
Vitrina médica lacada en negro
Una pieza única completamente restaurada, que incluye una vitrina con baldas de cristal montada sobre un cajón metálico y patas de cabriolé, un tipo de pata que se caracteriza por sus formas sinuosas y suaves.
Vitrina de farmacia granate
Una vitrina de farmacia de color granate sobre cajón con cerradura de los a años 80. A pesar de haber caído en desuso en este tipo de establecimientos, supone un producto de boticario único capaz de transformar por completo cualquier habitación de tu hogar.
Vitrina de castaño de los años 50
Aunque no se trata estrictamente de una vitrina médica, esta vitrina de castaño cumple las mismas funciones y es perfectamente compatible con la decoración de cualquier estancia, gracias a sus tonalidades ocres y elegantes.
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