Últimamente la restauración de muebles se ha ido convirtiendo en un pasatiempo cada vez más popular. Y es una fama que ha acrecentado aún más tras la coyuntura sanitaria de los últimos dos años, donde la población ha pasado mucho más tiempo en sus casas y, o bien se han dado cuenta de que había determinados enseres en su domicilio que necesitaban un arreglo o la posibilidad de tener más tiempo libre ha despertado la imaginación de muchos que se han lanzado a dar una nueva vida a aquella mesa o armario que creían casi acabado.
A decir verdad que suceda esto no es de extrañar, ya que embarcarse en un proyecto de este tipo, además de aportar creatividad y gratificación a partes iguales, puede proporcionar piezas originales y de alta calidad para su hogar o su oficina.
Aquellos que se hayan iniciado en la restauración de muebles o que estén pensando en hacerlo deben saber que cuando se trata de emprender en una aventura de este tipo, hay una serie de pasos específicos a seguir y muchos otros factores a tener en cuenta.
Cuándo saber si merece la pena restaurar
Antes de sumergirse para quitar el acabado de una mesa o una silla, de lijar una estantería o de tapizar un mueble, primero se debe decidir si dar el paso. Por ejemplo, a veces no es necesario quitar el acabado existente u otras lo único que hace falta es una capa transparente de limpieza para revitalizar la pieza. No nos olvidemos de la carcoma, debemos tenerle respeto, no miedo.
También hay que tener en cuenta que suele ocurrir que en determinadas ocasiones hay expertos o entusiastas en restauración que están en contra de renovar los muebles de madera por temor a que se reduzca su valor monetario. Pero también es cierto que esto servirá para prolongar su vida útil, ahorrar dinero y favorecer el medio ambiente.
Dicho esto, aunque no se trata de una ley universal, hay una serie de signos o indicios que debemos atender para terminar de decidir si queremos o no restaurarlo. Una de las consideraciones que podemos tener en cuenta es si la pieza está o no pintada, ya que por lo general los propietarios las pintan cuando intentan cubrir una mancha, ralladura u otra serie de imperfecciones.
Otro aspecto importante es saber cuándo fue construida (siempre que se pueda), ya que normalmente las antiguas eran de madera maciza, mientras que las más recientes utilizan otros materiales que no siempre merecen la pena tratar o modificar. En caso de duda, lo aconsejable es consultar con un experto o tasador.
Por otro lado, hay que preguntarse cuán robusto es el mueble que vamos a tratar para saber su estabilidad. Es decir, si sus patas son irregulares o cojean, puede ocurrir que la solución sea desarmarlo y volver a pegarlo (aquí habrá que sujetarlo con una abrazadera hasta que se seque el pegamento).
Y, por último, debemos de hacernos una idea de cómo será cuándo esté restaurado. Quizás esta pueda ser la parte más difícil, pero sabemos, por ejemplo, que cuando se restaura una antigüedad puede volverse más oscura que la madera original, claro está que eso dependerá del tipo de acabado que demos.
Cuándo sí o sí hay conviene restaurar un mueble.
Y ya lo decíamos antes, no hay una regla que impere sobre las demás, pero a la hora de restaurar muebles hay varias ‘señales de alarma’ que nos dicen que sí es hora de iniciar un nuevo proyecto.
Se pueden apreciar marcas de agua debajo del acabado existente
La superficie es pegajosa y se siente así incluso después de limpiarla
Hay imperfecciones también después de haberla limpiado
La madera se ha oscurecido debido al cambio de color de la capa transparente
El acabado se ha agrietado
El acabado está desconchado o astillado y raspa al pasar al mano
Apreciamos carcoma
Dónde estudiar un curso de restauración de muebles
Descubre el curso presencial de restauración de muebles de Mamanoalla. Teniendo en cuenta las técnicas y acabados más tradicionales y los materiales más modernos, en estos cursos de restauración os orientaremos para hacer de ese mueble, olvidado y maltratado, un punto focal para cualquier ambiente. Nuestro personal estará pendiente de vosotros durante todo el proceso de restauración desde unas instalaciones donde trabajar se hace ameno, divertido y, sobre todo, relajante.
Restaurar muebles de madera no es la primera y única opción cuando se trata de dar una segunda vida a una silla o una mesa. Es decir, en lugar de renovarlos se puede decidir simplemente si rejuvenecerla o repararla.
Si se opta por rejuvenecer una pieza, al mantener el acabado existente, simplemente se puede limpiar y encerar la superficie y revivir el enser. Es el método más simple y funciona para muebles de madera que todavía están en buenas condiciones.
Si la idea es la reparación, se pueden tratar las abolladuras y grietas retocando ciertas áreas desgastadas y todo sin quitar el acabado.
El reacabado también será útil si se utiliza un producto para quitar el acabado. Se harán las reparaciones y retoques necesarios y luego se aplicará un nuevo acabado.
Pasos para empezar a restaurar muebles
Ahora bien, dicho todo esto, si se decide seguir adelante con la restauración de muebles, hay algunas pautas a seguir. Desde Mamanoalla, te presentamos los seis pasos esenciales para empezar con el proyecto.
-Limpiar la pieza: este es el paso fundamental de cualquier proyecto de restauración o renovación de muebles. Será especialmente necesario cuando el mobiliario haya estado almacenado durante un tiempo largo o mantenido al aire libre. Muchas veces, la forma más sencilla es utilizar jabón y agua tibia y frotar la superficie de forma suave y delicada con una esponja o una brocha si tiene molduras, aunque siempre recomendamos hacer esto con alcohol y un paño.
–Evaluar el estado actual de los muebles: ahora sí, una vez esté limpia la pieza y se haya quitado toda la capa de polvo y suciedad, se tendrá una mejor idea de lo grande o pequeño que será el proyecto. Si se trata de una pieza muy antigua lo normal será encontrar manchas de pintura, abolladuras, carcoma, grietas y astillas.
– Quitar el acabado antiguo: para esto existen varias formas principales, desde la más respetuosa para la madera hasta la mas agresiva. Una sería la retirada del acabado anterior con alcohol y lana mediana, el siguiente seria con decapantes comerciales, también el lijado con papel de grano.
Algunos consejos a tener en cuenta sobre este paso son que siempre hay que utilizar el equipo de protección adecuado, mediante gafas protectoras y guantes resistentes a productos químicos. En el caso de utilizar un cepillo para entrar en los surcos, las cerdas deben de ser naturales.
–Una capa de sellador: una vez que se ha quitado el acabado, hay que dejar que la pieza se seque por completo y después pasar al acabado. Se trata de un producto cuyo fin es rellenar los huecos en la madera, por gritas o para la unión de dos piezas. Al terminar este paso es aconsejable limpiar cualquier exceso con un trapo o un paño limpio, y un repaso de lija fina.
–Teñir o pintar la madera: después del sellador, se puede teñir o pintar el mueble de madera. Este paso, en cualquier caso, es una decisión personal. Por ejemplo, hay quien no prefiere pintar un mueble antiguo, para preservar su autenticidad.
–Capa de acabado: por último, hay que aplicar una capa de acabado. Hay diferentes productos que se pueden elegir para ello.
Esto de la restauración es algo muy amplio, y siempre cada pieza deberá tener su valoración individual antes de empezar a trabajarla.
Recuerda que la RESTAURACION es básicamente, volver a dar uso a una pieza que, por cualquier razón, en la actualidad no la tiene.
Tal y como os comenté en mi Post de Instagram, os voy a tratar de explicar todos los procedimientos seguidos para la recuperación o restauración de esta preciosa vagoneta. Los productos que utilizaremos los tengo a vuestra disposición, incluso si estáis por mi zona de trabajo directo podríais acercaros a cualquiera de nuestras escuelas y …
¿Te inicias en el mundo de la carpintería? Descubre todo sobre el banco de carpintero, la herramienta indispensable que necesitas para trabajar en madera.
Cómo empezar a restaurar un mueble de madera antiguo
Últimamente la restauración de muebles se ha ido convirtiendo en un pasatiempo cada vez más popular. Y es una fama que ha acrecentado aún más tras la coyuntura sanitaria de los últimos dos años, donde la población ha pasado mucho más tiempo en sus casas y, o bien se han dado cuenta de que había determinados enseres en su domicilio que necesitaban un arreglo o la posibilidad de tener más tiempo libre ha despertado la imaginación de muchos que se han lanzado a dar una nueva vida a aquella mesa o armario que creían casi acabado.
A decir verdad que suceda esto no es de extrañar, ya que embarcarse en un proyecto de este tipo, además de aportar creatividad y gratificación a partes iguales, puede proporcionar piezas originales y de alta calidad para su hogar o su oficina.
Aquellos que se hayan iniciado en la restauración de muebles o que estén pensando en hacerlo deben saber que cuando se trata de emprender en una aventura de este tipo, hay una serie de pasos específicos a seguir y muchos otros factores a tener en cuenta.
Cuándo saber si merece la pena restaurar
Antes de sumergirse para quitar el acabado de una mesa o una silla, de lijar una estantería o de tapizar un mueble, primero se debe decidir si dar el paso. Por ejemplo, a veces no es necesario quitar el acabado existente u otras lo único que hace falta es una capa transparente de limpieza para revitalizar la pieza. No nos olvidemos de la carcoma, debemos tenerle respeto, no miedo.
También hay que tener en cuenta que suele ocurrir que en determinadas ocasiones hay expertos o entusiastas en restauración que están en contra de renovar los muebles de madera por temor a que se reduzca su valor monetario. Pero también es cierto que esto servirá para prolongar su vida útil, ahorrar dinero y favorecer el medio ambiente.
Dicho esto, aunque no se trata de una ley universal, hay una serie de signos o indicios que debemos atender para terminar de decidir si queremos o no restaurarlo. Una de las consideraciones que podemos tener en cuenta es si la pieza está o no pintada, ya que por lo general los propietarios las pintan cuando intentan cubrir una mancha, ralladura u otra serie de imperfecciones.
Otro aspecto importante es saber cuándo fue construida (siempre que se pueda), ya que normalmente las antiguas eran de madera maciza, mientras que las más recientes utilizan otros materiales que no siempre merecen la pena tratar o modificar. En caso de duda, lo aconsejable es consultar con un experto o tasador.
Por otro lado, hay que preguntarse cuán robusto es el mueble que vamos a tratar para saber su estabilidad. Es decir, si sus patas son irregulares o cojean, puede ocurrir que la solución sea desarmarlo y volver a pegarlo (aquí habrá que sujetarlo con una abrazadera hasta que se seque el pegamento).
Y, por último, debemos de hacernos una idea de cómo será cuándo esté restaurado. Quizás esta pueda ser la parte más difícil, pero sabemos, por ejemplo, que cuando se restaura una antigüedad puede volverse más oscura que la madera original, claro está que eso dependerá del tipo de acabado que demos.
Cuándo sí o sí hay conviene restaurar un mueble.
Y ya lo decíamos antes, no hay una regla que impere sobre las demás, pero a la hora de restaurar muebles hay varias ‘señales de alarma’ que nos dicen que sí es hora de iniciar un nuevo proyecto.
Elegir cómo restaurar un mueble
Restaurar muebles de madera no es la primera y única opción cuando se trata de dar una segunda vida a una silla o una mesa. Es decir, en lugar de renovarlos se puede decidir simplemente si rejuvenecerla o repararla.
Si se opta por rejuvenecer una pieza, al mantener el acabado existente, simplemente se puede limpiar y encerar la superficie y revivir el enser. Es el método más simple y funciona para muebles de madera que todavía están en buenas condiciones.
Si la idea es la reparación, se pueden tratar las abolladuras y grietas retocando ciertas áreas desgastadas y todo sin quitar el acabado.
El reacabado también será útil si se utiliza un producto para quitar el acabado. Se harán las reparaciones y retoques necesarios y luego se aplicará un nuevo acabado.
Pasos para empezar a restaurar muebles
Ahora bien, dicho todo esto, si se decide seguir adelante con la restauración de muebles, hay algunas pautas a seguir. Desde Mamanoalla, te presentamos los seis pasos esenciales para empezar con el proyecto.
-Limpiar la pieza: este es el paso fundamental de cualquier proyecto de restauración o renovación de muebles. Será especialmente necesario cuando el mobiliario haya estado almacenado durante un tiempo largo o mantenido al aire libre. Muchas veces, la forma más sencilla es utilizar jabón y agua tibia y frotar la superficie de forma suave y delicada con una esponja o una brocha si tiene molduras, aunque siempre recomendamos hacer esto con alcohol y un paño.
–Evaluar el estado actual de los muebles: ahora sí, una vez esté limpia la pieza y se haya quitado toda la capa de polvo y suciedad, se tendrá una mejor idea de lo grande o pequeño que será el proyecto. Si se trata de una pieza muy antigua lo normal será encontrar manchas de pintura, abolladuras, carcoma, grietas y astillas.
– Quitar el acabado antiguo: para esto existen varias formas principales, desde la más respetuosa para la madera hasta la mas agresiva. Una sería la retirada del acabado anterior con alcohol y lana mediana, el siguiente seria con decapantes comerciales, también el lijado con papel de grano.
Algunos consejos a tener en cuenta sobre este paso son que siempre hay que utilizar el equipo de protección adecuado, mediante gafas protectoras y guantes resistentes a productos químicos. En el caso de utilizar un cepillo para entrar en los surcos, las cerdas deben de ser naturales.
–Una capa de sellador: una vez que se ha quitado el acabado, hay que dejar que la pieza se seque por completo y después pasar al acabado. Se trata de un producto cuyo fin es rellenar los huecos en la madera, por gritas o para la unión de dos piezas. Al terminar este paso es aconsejable limpiar cualquier exceso con un trapo o un paño limpio, y un repaso de lija fina.
–Teñir o pintar la madera: después del sellador, se puede teñir o pintar el mueble de madera. Este paso, en cualquier caso, es una decisión personal. Por ejemplo, hay quien no prefiere pintar un mueble antiguo, para preservar su autenticidad.
–Capa de acabado: por último, hay que aplicar una capa de acabado. Hay diferentes productos que se pueden elegir para ello.
Esto de la restauración es algo muy amplio, y siempre cada pieza deberá tener su valoración individual antes de empezar a trabajarla.
Recuerda que la RESTAURACION es básicamente, volver a dar uso a una pieza que, por cualquier razón, en la actualidad no la tiene.
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