A un nivel utilitarista, desde los tiempos prerromanos los muebles han tenido principalmente tres funciones: ergonómica, organizadora y de almacenaje. Es decir, que para momentos como dormir o sentarse, la comodidad de una cama o una silla motivó que se dejase de usar el suelo o las piedras. De hecho, la cama data de la época del Antiguo Egipto, mientras que la silla, por increíble que parezca, ya se usaba hace al menos 4.500 años en Babilonia. Por su parte, la capacidad de organización que permite algo tan sencillo como una mesa, en la que repartir la comida y la bebida para los comensales, también la utilizaban ya los faraones.

Pero, quizás, la función más primitiva de los muebles sea el almacenaje. Desde que los primeros hombres empezaron a establecerse en tribus, una de las prácticas más comunes era construir sus casas con huecos en las paredes, de modo que pudieran guardar objetos de todo tipo. Estas estanterías prehistóricas darían paso con los siglos a muebles más sofisticados, utilizando la carpintería y los metales para formar estructuras más sólidas y móviles… Con el tiempo, a estas tres funciones se le añadiría la estética, pero sin duda, el almacenaje fue el primer sentido que tuvieron los muebles.

Y lo sigue siendo: la mayoría de nuestros muebles, incluso las mesas o las camas, suelen estar concebidos como elementos de almacenaje. No hay más que ver las mesas de centro abatibles o de dos pisos para crear un espacio extra para nuestros objetos cotidianos, así como los canapés que permiten guardar la ropa de invierno o de verano con cada cambio de estación. Esta tendencia se debe principalmente a que hoy en día la humanidad acostumbra a hacer acopio de muchas más cosas que hace 2.000 o 3.000 años. Por eso, hoy en día resulta tan importante contar con muchos y diversos muebles de almacenaje en el hogar.

Conscientes de este cambio de paradigma en la funcionalidad del mobiliario, en Mamanoalla contamos con un amplio repertorio de muebles de almacenaje de todo tipo: desde estanterías hasta armarios, vitrinas o, incluso, vagonetas de transporte. Y, lo mejor de todo, cada uno de ellos cuenta una historia única y personal capaz de transportarnos a otras épocas y culturas. Por todo ello, hemos querido recopilar los mejores muebles de almacenaje y con historia que tenemos en catálogo.

Estanterías

Si estás harto de acumular papeles y documentos en los lugares más insospechados de tu casa o tienes los cajones del escritorio a rebosar de folios o cartas postales, quizás tu opción ideal sea esta estantería de hierro de color gris con la que puedes no solo almacenarlos en un lugar más apropiado, sino que podrás organizarlo todo con sus cinco niveles de distinto tamaño.

Un mueble realmente útil tanto si quieres guardar documentos desperdigados por todas las habitaciones como para crear un archivo propio fácilmente accesible si teletrabajas. Además, procede de una empresa que se dedicaba precisamente al archivo documental, lo que lo convierte en un mueble realmente ornamental.

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Armario de chapa gris

Pero si lo que buscas es espacio de almacenaje y, al mismo tiempo, un mueble en el que proteger cualquier objeto, otra opción es este bonito y práctico armario de chapa, totalmente restaurado, con el que podrás guardar elementos de mucho más tamaño. Desde archivadores y cajas hasta ropa o piezas de menaje del hogar. Un mueble robusto a la par que estético que procede de la época industrial de mediados del siglo XX.

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Vagoneta de transporte

Ahora bien, cuando hablamos de muebles de almacenaje útiles, estéticos y con una historia fascinante, existen pocas opciones más interesantes que esta vagoneta de transporte. Creada a base de madera de primera calidad y rematada con paneles metálicos, data de la primera mitad del siglo XX, cuando el sector ferroviario no disponía de carritos eléctricos o a motor para llevar el equipaje hasta los vagones del tren. Una pieza única y exclusiva adquirida en Lisboa.

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Vitrina médica lacada en negro

Una pieza única completamente restaurada, que incluye una vitrina con baldas de cristal montada sobre un cajón metálico y patas de cabriolé, un tipo de pata que se caracteriza por sus formas sinuosas y suaves. Data del siglo XX, cuando los boticarios y farmacéuticos utilizaban estas vitrinas para exponer a los compradores el género más destacado del que disponían.

En la actualidad, este cotizado mueble puede servir para guardar todo tipo de objetos, especialmente aquellos que deseamos que sean más visibles cuando tenemos visitas.

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Palillero Esfinge Sargadelos

Por último, si pensamos desde un punto de vista más minimalista en el almacenaje de nuestro hogar, existen opciones realmente estéticas. Por ejemplo, este Palillero Esfinge Sargadelos, una pieza de cerámica única y completamente exclusiva con casi dos siglos de historia.

Al margen de su incomparable belleza, se trata de un elemento realmente práctico, ya que en la actualidad puede tener múltiples funciones: desde a modo de cubilete para bolígrafos o lapiceros, hasta como recipiente para incienso.