A lo largo de toda nuestra historia, desde las primeras civilizaciones hasta la era moderna. Desde los antiguos egipcios, griegos, romanos, chinos… y un sinfín de culturas han utilizado la madera para crear objetos útiles, muebles, funcionales y/o meramente decorativos.
Esa especie de ‘monopolio’ de la madera cambió -por suerte o por desgracia- tras la revolución industrial. Entonces, se introdujeron en el mercado materiales alternativos, más baratos de producir en masa como el acero, el plástico o el aluminio.
La parte más positiva de todas es que a través del tiempo, aun habiendo disminuido su producción, las ventajas de los muebles de madera hicieron que este material se asentase y siguiese creciendo, tomándolo incluso como referencia de calidad.
En la actualidad, la mayoría de muebles de madera tienen ese halo de atemporalidad que los hace más especiales. Su estética apenas ha cambiado, desde las primeras culturas, hasta nuestros tiempos. Por ello, hoy en día, hay determinados enseres o productos que son sumamente codiciados, ya sea por su altísima calidad que lo ha hecho perdurar en el tiempo o por la historia que tiene detrás y que puede abarcar hasta más de un siglo.
Con todo, no cabe duda de que los muebles de madera tienen enormes ventajas. Desde Mamanoalla queremos destacar las siguientes:
Durabilidad
Precisamente, a colación de lo que venimos contando… Si bien es cierto que hay muebles de madera cuyo coste económico es mucho más alto que los fabricados con otro tipo de materiales, uno de sus grandes beneficios es que la madera dura muchos años y el mantenimiento que precisa no es demasiado laborioso.
Realmente, la duración exacta de la pieza dependerá del tipo de madera que elija utilizar. Por ejemplo, las duras que provienen del nogal, el roble blanco o el cerezo conservan su apariencia casi de forma indefinida. Pueden durar varias generaciones, a pesar de su uso intensivo.
Pese a todo, las de tipo blanco, como el pino y el cedro son más comunes. Esto es así porque provienen de árboles que tardan menos en crecer y, por tanto, tienden a ser más baratas. El punto en contra es que no son tan duraderas como las anteriores. El lado positivo es que tienden a desarrollar su carácter con el tiempo: los rayones o manchas blancas pueden darle un toque rústico y elegante.
El color más claro de la madera blanda se suele volver más oscuro con el paso de los años y la exposición a la luz. Esto hace que se prolongue su longevidad. Así, estas piezas que parecen más nuevas pueden tener un coste que a la larga valga la pena. Incluso, es importante, en este sentido, que incluso tenga que restaurarse en algún momento.
Por último, la durabilidad asegura que los muebles de madera no solo conserven su valor con el paso de los años, sino que hasta pueden aumentarlo.
Mantenimiento
Además de su durabilidad, los muebles de madera son relativamente fáciles de mantener. Aunque hay que tener cuidado con la humedad. Pese a todo, su limpieza es más sencilla que otro tipo de materiales, eso sí, hay que ser algo persistentes.
Es decir, es fácil su mantenimiento, pero siempre que se quite con regularidad el polvo con un paño y no con un plumero o un barredor. Además, los derrames u otro tipo de líquidos pegajosos se pueden quitar fácil también con un paño de microfibra húmero (caso bien distinto es el plástico, por ejemplo).
En resumen, si tratamos bien nuestra madera, lo único por lo que tendremos que preocuparnos es por el polvo ocasional. Otro ejemplo, en el caso de las piezas de hierro, la mayor preocupación es, sin duda, su eventual oxidación, para lo que hay que estar casi constantemente atento.
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Son piezas únicas
Otro de los grandes encantos de la madera es que cada pieza es diferente. Incluso, si es el mismo mueble y con el mismo tipo de material y proveniente del mismo árbol será distintos.
Esto es así porque las vetadas nunca serán iguales. También habrá ligeras variaciones en el grosor y la dirección de cada grano.
Por otro lado, el artesano tendrá mucha más libertad cuando trabaja con madera que con otro material, ya que la madera es maleable en manos de alguien que sabe lo que hace. Esta es otra de las grandes razones por las que los muebles de madera están tan sumamente valorados.
Los puedes modificar y son versátiles
Otra de los aspectos que hace que sean piezas únicas es que se pueden modificar una vez estén en nuestro poder. Es decir, el lijado, la pintura y el teñido, por ejemplo, son procesos que pueden darle una nueva apariencia al mueble para adaptarse al estilo del hogar.
Quizás esta sea una de las razones por las que son versátiles. Por ejemplo, los que vienen de los nogales son ideales para utilizarlos en casas con un aspecto rústico. Pero eso no es todo, también pueden congeniar perfectamente en estancias con otros enseres más modernos.
Sostenibilidad
Por último, pero no por ello menos importante. A diferencia del plástico, la madera es un recurso sostenible, ya que siempre que se coseche de forma responsable, los árboles se podrán reponer de forma infinita.
Eso sí, es preciso mencionar que es importante comprar madera de bosques ecológicos, aquellos que enfatizan reemplazar cualquier árbol que cosechen con otro de nuevo crecimiento. Es una forma de reducir las emisiones de carbono. También es preciso destacar que estos muebles están sujetos a restauración que también es otra de las actividades más sostenibles que hay en este sentido.
Estas son todas las ventajas de los muebles de madera
A lo largo de toda nuestra historia, desde las primeras civilizaciones hasta la era moderna. Desde los antiguos egipcios, griegos, romanos, chinos… y un sinfín de culturas han utilizado la madera para crear objetos útiles, muebles, funcionales y/o meramente decorativos.
Esa especie de ‘monopolio’ de la madera cambió -por suerte o por desgracia- tras la revolución industrial. Entonces, se introdujeron en el mercado materiales alternativos, más baratos de producir en masa como el acero, el plástico o el aluminio.
La parte más positiva de todas es que a través del tiempo, aun habiendo disminuido su producción, las ventajas de los muebles de madera hicieron que este material se asentase y siguiese creciendo, tomándolo incluso como referencia de calidad.
En la actualidad, la mayoría de muebles de madera tienen ese halo de atemporalidad que los hace más especiales. Su estética apenas ha cambiado, desde las primeras culturas, hasta nuestros tiempos. Por ello, hoy en día, hay determinados enseres o productos que son sumamente codiciados, ya sea por su altísima calidad que lo ha hecho perdurar en el tiempo o por la historia que tiene detrás y que puede abarcar hasta más de un siglo.
Con todo, no cabe duda de que los muebles de madera tienen enormes ventajas. Desde Mamanoalla queremos destacar las siguientes:
Durabilidad
Precisamente, a colación de lo que venimos contando… Si bien es cierto que hay muebles de madera cuyo coste económico es mucho más alto que los fabricados con otro tipo de materiales, uno de sus grandes beneficios es que la madera dura muchos años y el mantenimiento que precisa no es demasiado laborioso.
Realmente, la duración exacta de la pieza dependerá del tipo de madera que elija utilizar. Por ejemplo, las duras que provienen del nogal, el roble blanco o el cerezo conservan su apariencia casi de forma indefinida. Pueden durar varias generaciones, a pesar de su uso intensivo.
Pese a todo, las de tipo blanco, como el pino y el cedro son más comunes. Esto es así porque provienen de árboles que tardan menos en crecer y, por tanto, tienden a ser más baratas. El punto en contra es que no son tan duraderas como las anteriores. El lado positivo es que tienden a desarrollar su carácter con el tiempo: los rayones o manchas blancas pueden darle un toque rústico y elegante.
El color más claro de la madera blanda se suele volver más oscuro con el paso de los años y la exposición a la luz. Esto hace que se prolongue su longevidad. Así, estas piezas que parecen más nuevas pueden tener un coste que a la larga valga la pena. Incluso, es importante, en este sentido, que incluso tenga que restaurarse en algún momento.
Por último, la durabilidad asegura que los muebles de madera no solo conserven su valor con el paso de los años, sino que hasta pueden aumentarlo.
Mantenimiento
Además de su durabilidad, los muebles de madera son relativamente fáciles de mantener. Aunque hay que tener cuidado con la humedad. Pese a todo, su limpieza es más sencilla que otro tipo de materiales, eso sí, hay que ser algo persistentes.
Es decir, es fácil su mantenimiento, pero siempre que se quite con regularidad el polvo con un paño y no con un plumero o un barredor. Además, los derrames u otro tipo de líquidos pegajosos se pueden quitar fácil también con un paño de microfibra húmero (caso bien distinto es el plástico, por ejemplo).
En resumen, si tratamos bien nuestra madera, lo único por lo que tendremos que preocuparnos es por el polvo ocasional. Otro ejemplo, en el caso de las piezas de hierro, la mayor preocupación es, sin duda, su eventual oxidación, para lo que hay que estar casi constantemente atento.
Son piezas únicas
Otro de los grandes encantos de la madera es que cada pieza es diferente. Incluso, si es el mismo mueble y con el mismo tipo de material y proveniente del mismo árbol será distintos.
Esto es así porque las vetadas nunca serán iguales. También habrá ligeras variaciones en el grosor y la dirección de cada grano.
Por otro lado, el artesano tendrá mucha más libertad cuando trabaja con madera que con otro material, ya que la madera es maleable en manos de alguien que sabe lo que hace. Esta es otra de las grandes razones por las que los muebles de madera están tan sumamente valorados.
Los puedes modificar y son versátiles
Otra de los aspectos que hace que sean piezas únicas es que se pueden modificar una vez estén en nuestro poder. Es decir, el lijado, la pintura y el teñido, por ejemplo, son procesos que pueden darle una nueva apariencia al mueble para adaptarse al estilo del hogar.
Quizás esta sea una de las razones por las que son versátiles. Por ejemplo, los que vienen de los nogales son ideales para utilizarlos en casas con un aspecto rústico. Pero eso no es todo, también pueden congeniar perfectamente en estancias con otros enseres más modernos.
Sostenibilidad
Por último, pero no por ello menos importante. A diferencia del plástico, la madera es un recurso sostenible, ya que siempre que se coseche de forma responsable, los árboles se podrán reponer de forma infinita.
Eso sí, es preciso mencionar que es importante comprar madera de bosques ecológicos, aquellos que enfatizan reemplazar cualquier árbol que cosechen con otro de nuevo crecimiento. Es una forma de reducir las emisiones de carbono.
También es preciso destacar que estos muebles están sujetos a restauración que también es otra de las actividades más sostenibles que hay en este sentido.
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